LA ORACIÓN TRANSFORMADORA
Introducción:
Salmo 139:15, no fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en lo oculto fui formado y entre tejido en lo más profundo de la tierra.
Somos transformados por su espíritu
Salmo 51:7-12
Salmo 42:1—11, la clave del éxito de la vida pública es la vida privada que lleves con Dios.
2ª corintios 3:1-18
Mateo 6:6, ora en secreto y el te recompensara en público. En la privacidad pasaran cosas íntimas entre dios y tú.
Esta es la oración transformadora: la del espíritu santo. La letra sin el espíritu es muerta, mas con el espíritu con el de la vida.
1er pacto: la ley
Éxodo 34:28-35, moisés usaba un velo para hablar con el pueblo, mas al entrar delante de la presencia de Dios, se descubría.
Los primero que mando a dios al pueblo Dios a Israel fue guardar un día a Jehová.
Éxodo 35:1-2, seis días se trabajara mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová, cualquier que en el hiciere trabajo morirá.
2do pacto: la gracia
Hebreo 4:16, acerquemos pues confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Romanos 12:1-2, acercase a la gracia para comprobar cuál es la buena voluntad de Dios agradable y perfecta.
Nuestro entendimiento se va renovando en la presencia de Dios
En el antiguo pacto solamente el sacerdote podría entrar a la presencia de dios. Este tenía que presentar un sacrificio para perdón de pecados y el cordero tenía que ser sin defecto alguno. Ahora que vivimos bajo un nuevo pacto, el cordero perfecto ya fue sacrificado para que tu y o podíamos acercarnos a Dios.
Salmos 51:13, entonces enseñare tus trasgresores tus caminos y los pecadores se convertirán a ti.
Aquel que busca ser trasformado cuando ora, también podrá transformar a otros mediante la oración. “cuando tu corazón es transformado y tu mente renovado mediante la oración, otros serán transformados igualmente cuando tu ores”.
Isaías 57:15, porque así dijo el alto y sublime, el que habita en la eternidad y cuyo nombre es el santo: yo habito en la altura y en la santidad, y con el quebrantado y humilde espíritu, para ser vivir el espíritu de los humildes y para verificar el corazón de los quebrantados.
Salmos 63:1-2, Dios mío eres tú de madrugada te buscare, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no ay aguas para ver tu poder y tu gloria, y así como te he mirado en el santuario.
“si tú buscas ver la gloria y el poder de Dios cuando estés orando lo veras”.